Aplicación del Sistema de Iniciación Electrónica para la mitigación de efectos adversos de voladuras controladas en zona urbana – Terminal Multipropósito Megapuerto de Chancay

Abstract

El estudio se enfoca en reducir las vibraciones y minimizar los efectos adversos de las voladuras en zonas urbanas mediante el uso de detonadores electrónicos. Durante las pruebas en Trinidad, Buena Vista y Santa Rosa, se realizaron 11 voladuras electrónicas sin incidentes sociales como excesos de vibración, cambios en horarios, flyrocks, presencia de polvo y generación de ruido. Estos resultados positivos fueron determinantes para que el cliente optara por implementar exclusivamente voladuras electrónicas en las zonas B2, B3 y B4. Los beneficios incluyen una percepción favorable hacia los sistemas de iniciación electrónica por parte de los pobladores, horarios de voladura cumplidos sin extensiones, y la capacidad de programar detonaciones de forma independiente para evitar acoples entre taladros. Además, se logró realizar detonaciones controladas cerca de viviendas sin proyecciones peligrosas de rocas, gracias a simulaciones detalladas en los diseños de voladura y buenas técnicas de voladura controlada. No se registraron evidencias de excesiva generación de polvo y ruido; y todos los niveles de vibración se mantuvieron dentro de límites permisibles. Con la implementación de la doble y triple iniciación electrónica, se incrementó significativamente el volumen de material quebrado y la cantidad de taladros disparados, debido a la reducción de la carga operante mediante la disminución de las columnas explosivas. En resumen, el uso de detonadores electrónicos no solo mejoró la eficiencia operativa de las voladuras, sino que también redujo considerablemente los efectos negativos para las comunidades urbanas aledañas, asegurando una operación más segura y con menos impacto para los residentes cercanos a las zonas de operación portuaria.

The study focuses on reducing vibrations and minimizing the adverse effects of blasting in urban areas through the use of electronic detonators. During tests in Trinidad, Buena Vista, and Santa Rosa, 11 electronic blasts were carried out without social incidents such as excessive vibrations, schedule changes, flyrocks, dust presence, or noise generation. These positive results were decisive for the client to choose to implement exclusively electronic blasting in areas B2, B3, and B4. The benefits include a favorable perception of electronic initiation systems by local residents, adherence to blasting schedules without extensions, and the ability to schedule detonations independently to avoid overlap between drills. Additionally, controlled detonations were successfully performed near homes without dangerous rock projections, thanks to detailed simulations in blast designs and effective controlled blasting techniques. No evidence of excessive dust or noise generation was recorded, and all vibration levels remained within permissible limits. With the implementation of double and triple electronic initiation, there was a significant increase in the volume of broken material and the number of drills fired, due to the reduction in operational charge through the decrease in explosive columns. In summary, the use of electronic detonators not only improved the operational efficiency of the blasts but also significantly reduced the negative impacts on nearby urban communities, ensuring a safer operation with less impact on residents close to port operation areas.