Corimayo, depósito aurífero de alta ley en un sistema epitermal tipo ácido sulfato : distrito minero de Yanacocha-Cajamarca-Perú

Abstract

El depósito de Corimayo, es uno de los últimos descubrimientos grandes en el distrito minero de Yanacocha. Se encuentra ubicado en la parte central del distrito, en la cuenca de La Quinua. La particularidad de este depósito es que se encuentra completamente cubierto (oculto), por flujos piroclásticos parcialmente alterados a arcillas y por las gravas cuaternarias de La Quinua. Corimayo es un depósito de alta ley, con valores hasta 63 g/t Au, teniendo un inventario de mineral (en la fase de exploración), más de 1.5 millones de onzas con ley promedio de 2.5 g/t Au. El nombre Corimayo, tiene un significado quechua: “río de oro”; fue escogido para este depósito aurífero, debido a que hay una quebrada con este nombre, al suroeste de depósito, posiblemente, esta quebrada tuvo alguna relación con el oro y trabajos de épocas preincas en el área de Yanacocha. En el área de Corimayo, el contexto geológico está definido por las rocas volcaniclásticas, que son-parte del Complejo Volcánico Yanacocha (CVY) de edad Mioceno (11.8-12.5 Ma). Específicamente se encuentra dentro de la secuencia superior del CVY, que está formado mayormente por flujos piroclásticos de diferente granulometría y localmente con presencia de fiammes, teniendo en el tope de esta secuencia, un flujo rico en cristales de plagioclasas. Toda la columna litológica ha sufrido los efectos de varios eventos formados por brechas freáticas y brechas hidrotermales (algunos relacionados con la mineralización); la última estructura es una diatrema que corta a todos las secuencias piroclásticas y cuerpos de brechas anteriores. La alteración es de tipo ácido sulfato, con varios eventos de silicificación sobreimpuestos. Verticalmente el zonamiento de alteración está conservado, teniéndose en la superficie roca fresca, y hacia abajo pasa a alteraciones de arcillas (hasta 100m de espesor), sílice alunita- sílice arcillas (hasta 20m de espesor) y una zona de lixiviación ácida compuesta por sílice granular (10-20m de espesor), debajo pasa a una zona de sílice masiva y sílice calcedónica, relacionados a brechas hidrotermales, volviéndose a encontrar la sílice granular, los taladros no llegaron a la base del zonamiento de la alteración. En el área de La Quinua, donde se encuentra el depósito de Corimayo, hay un complejo sistema de fallas normales reactivadas (corroborado por taladros diamantinos), que desplazan verticalmente el sistema de alteración y el cuerpo de oro. Estas fallas tienen direcciones de N40°-60°O y N50°-70°E y forman un complejo de hqrst y grabens. La mineralización de oro tuvo vario eventos, pero los más importantes por la alta ley son de fases tardías y están controlados por estructuras (algunas fallas reactivadas). Uno de estos eventos está relacionado a las brechas hidrotermales con textura fluidal de sílice calcedónica (color crema), por lo general tiene valores de 3-10 g/t Au. Otro evento de mineralización es con baritina (manifestado por cristales euhedrales), que se encuentran rellenando fracturas y cavidades, donde a veces es posible encontrar oro visible, los valores de oro es de 10-63 g/t Au. Estas zonas de alta ley no son muy extensas y tiene orientaciones ^NE y NO, que son los controles de estructuras. El estudio geoquímico fue desarrollado en dos partes: con datos del muestreo superficial y datos del muestreo de sondajes diamantinos. Como parte del programa de exploración, se hicieron. modelos tridimensionales de 11 elementos trazas (Ag, Cu, Pb, Zn, Mo, Bi, As, Sb, Hg, Se, Te), usando la información de los sondajes diamantinos analizados por estos elementos. Los modelos destacan una buena correlación del oro-bario-bismuto-mercurio- plata, en la zona de-(>xidos. Los elementos que se comportan como un halo vertical (sombrero) con respecto al oro son: Zn-As-Sb-Hg. La Ag también tiene un comportamiento de un halo lateral. La. geofísica fue de gran ayuda para descubrir y definir este depósito cubierto (oculto). Se realizaron buenas correlaciones de los modelos de resistividad (usando el método TDEM), con los modelos de alteración. Necesariamente, como todo proyecto de exploración, se realizaron pruebas metalúrgicas de recuperación del oro, obteniéndose buenos resultados.