Lineamientos pastorales para una iglesia de comunión según la constitución dogmática Lumen Gentium

Abstract

La categoría COMUNIÓN, insinuada por el Concilio Vaticano II es una de los conceptos eclesiológicos que mejor ayudan a una profunda comprensión de la Iglesia en sí misma y de su vocación en el mundo. Y, ante una creciente escasez de clero para atender jurisdicciones eclesiales tan extensas y prioridades pastorales tan urgentes, se necesitan nuevas maneras de pensar y organizar la Iglesia, a fin que favorezca la opción sinodal del caminar juntos en comunión, participación y misión, que abra a los laicos espacios concretos, articulados y sostenibles de integración eclesial, lo cual ahorraría recursos, esfuerzos y contratiempos de los agentes pastorales. La fe cristiana sería experiencia cercana, vivencial y fraterna, personal y comunitaria, que contrarreste el fenómeno creciente de la secularización y masificación, los cuales reducen las creencias a meros estratos de costumbres y tradiciones. En este sentido, la eclesiología de comunión proyecta un modo concreto de ser y actuar de la Iglesia en un plan pastoral de conjunto, con criterios teológicos claros y definidos para abordar cuestiones eclesiales internas muchas veces descompensadas y formular desde sus bases una imagen nueva e ideal de lo que la Iglesia está llamada a ser en Cristo.