La máscara Neutra, un instrumento valioso en la formación actoral.

Abstract

La función recreativa de la máscara viene de la mano de su poder encubridor: al ocultar el rostro, la persona adquiere más autonomía y a la vez adopta el papel que la máscara le concede. Se transforma en aquello que representa y se “olvida” por un momento de sí mismo. No obstante, existe un tipo de utilización de máscara denominada “máscara para la formación del actor” también denominada “máscara oculta”, aquello que el espectador no puede ver, aquí es importante señalar que para el intérprete este tipo de máscara será utilizada en la construcción del personaje previa al escenario, estas máscaras ocultas poseen una característica fundamental, el rostro del actor es prestado en la vivencia de un nuevo ser. En ese rumbo me surge una interrogante ¿cómo instruir al actor en la mejora de su personaje a través de las máscaras?, en ese proceso constante de seguir investigando a partir de recursos teatrales me encontré con la técnica denominada “máscara neutra” herramienta pedagógica creada por Jacques Lecoq y su aporte al teatro. Bajo esta máscara, el actor se siente libre para actuar sus potencialidades y dejarse llevar por sus intuiciones e impulsos. Se atreve a realizar gestos y movimientos que nunca imaginó realizarlos, pues la máscara esta sobre el rostro del artista, la máscara no es llevada por el artista sino la máscara lleva al actor en un mundo imaginativo y arriesgado. El actor debe aprender a leer los rasgos, las dimensiones, los espacios de la máscara para transformarse. Es la máscara que requiere la adaptación de la transformación. La máscara invita al actor a buscar lo esencial de la corporalidad pide encontrarse con ella. La máscara es como un relato que nos explica la sensibilidad de un ser humano. Este ensayo se realiza con el objetivo de presentar a la máscara neutra como un instrumento valioso en la formación actoral. Técnica que facilitará la presencia del actor en el espacio que lo circunda. Así mismo esta experiencia se verá reflejada en la obra teatral ¿Te duele? de César Bríe, despojando al actor de sus gestos privados y transformándolo en el personaje.