Discursos de Odio Racial y Clasista en Grupos de Facebook

Abstract

El trabajo investiga cómo destacados grupos de entretenimiento de Facebook en Perú, particularmente influyentes en el contexto post-pandémico de 2022, normalizan sutilmente el discurso del odio a través del anonimato en dos grupos. A través de un análisis detallado del contenido de 200 publicaciones, el estudio revela que los perfiles anónimos facilitan la difusión generalizada de contenidos racistas y despectivos, dirigidos principalmente a comunidades vulnerables. El aumento del uso de las redes sociales ha intensificado las interacciones dentro de estos grupos, permitiendo a los usuarios compartir contenidos sin enfrentarse a las consecuencias de la incitación al odio. El estudio subraya la urgente necesidad de mejorar la moderación de contenidos, las iniciativas educativas y las tecnologías avanzadas de detección. Subraya la importancia de comprender las dinámicas culturales y sociales que perpetúan la incitación al odio. Los esfuerzos de colaboración entre las plataformas de medios sociales, la sociedad civil y los responsables políticos son esenciales para diseñar estrategias eficaces para combatir el odio en línea y promover la inclusión.

The research investigates how prominent Facebook entertainment groups in Peru, particularly influential in the 2022 post-pandemic context, subtly normalize hate speech through anonymity across two groups. Through a detailed content analysis of 200 posts, the study reveals that anonymous profiles facilitate the widespread dissemination of racist and derogatory content, primarily targeting vulnerable communities. The surge in social media usage has intensified interactions within these groups, allowing users to share content without facing consequences for hate speech. The study highlights the pressing need for enhanced content moderation, educational initiatives, and advanced detection technologies. It underscores the importance of understanding cultural and societal dynamics that perpetuate hate speech. Collaborative efforts among social media platforms, civil society, and policymakers are essential to devise effective strategies to combat online hate and promote inclusivity.