El impacto del líder resonante en el desarrollo de los coordinadores de la Oficina Diocesana de Educación Católica de Chota

Abstract

Los grandes líderes sobresalen y diferencian de los demás porque, en su origen, su liderazgo es eminentemente emocional y, gracias a la maestría emocional que les caracteriza, son capaces de asignarle inteligencia a la emoción transformándola en acciones efectivas; pues, poseen la habilidad de conectar, sintonizar e influir en las emociones propias y en la de los demás, de encausarlas en una dirección positiva, movilizando a las personas a dar lo mejor de sí, provocando de manera natural la resonancia.

Los líderes resonantes son conscientes que, para liderar a los demás, necesitan aprender a liderarse a sí mismos y, gracias a esta transformación personal, se convierten en diseñadores, co-creadores y gestores de una cultura organizacional equilibrada digna de estar y trabajar conjuntamente. Gracias al conocimiento profundo que poseen de las personas, movilizan y motivan a los colaboradores a actuar movidos no solo por motivos extrínsecos e intrínsecos, sino sobre todo, trascendentes. Ellos, mejor que nadie, conocen la realidad emocional de la organización y, a partir de ahí, la maximizan, liderando así una organización resonante: más consciente de sí misma, autogestionada, empática e interrelacionada. Liderazgo y cultura se necesitan mutuamente: ambos cogestionan la organización.

Los líderes resonantes ven en la competencia agilidad de aprendizaje, la clave que les impulsa a responder con eficiencia ante un mundo VUCA, pues, son conscientes que el aprendizaje es el medio por excelencia que les permite mostrarse flexibles y ágiles mentalmente ante el autoconocimiento, las personas, los cambios y los resultados.

Great leaders stand out and differentiate themselves from others because, originally, their leadership is eminently emotional and, thanks to the emotional mastery that characterizes them, they are capable of assigning intelligence to emotion, transforming it into effective actions; therefore, they have the ability to connect, tune in and influence their own emotions and those of others, to channel them in a positive direction, mobilizing people to give their best, naturally causing resonance.

Resonant leaders are aware that, to lead others, they need to learn to lead themselves, and, thanks to this personal transformation, they become designers, co-creators, and managers of a balanced organizational culture worthy of being and working together. Thanks to the deep knowledge they have of people, they mobilize and motivate collaborators to act moved not only by extrinsic and intrinsic reasons but above all, transcendent reasons. They, better than anyone, know the emotional reality of the organization and, from there, they maximize it, thus leading a resonant organization: more self-aware, self-managed, empathetic, and interrelated. Leadership and culture need each other: both co-manage the organization.

Resonant leaders see learning agility in competition, as the key that drives them to respond efficiently to a VUCA world since they are aware that learning is the quintessential means that allows them to be flexible and mentally agile in the face of self-knowledge, people, changes, and results.