Minería Ilegal: La guerra de toda vida

Abstract

Periódicamente el Gobierno dispone operativos de interdicción sorpresa en diferentes zonas de nuestro país donde la minería ilegal destruye todo a su paso. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos, el panorama al interior del país no es nada alentador. El Perú ha pedido más de 7 millones de hectáreas de bosques por la deforestación en este año, según el Ministerio de Agricultura. Una cifra histórica producto de la minería ilegal. En nuestro país la tasa de deforestación es de alrededor de 110,000 hectáreas, lo que afecta notablemente a las 70 millones de hectáreas de todo tipo de bosques que posee nuestro territorio. La minería ilegal se desarrolla, por ejemplo en la selva, en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata, un lugar que los propios mineros le han puesto el apelativo de “La Pampa”, por haberla convertido en un desierto. Además, también coexisten –producto de la minería ilegal- mafias como la prostitución infantil, la deforestación, o el tráfico de combustible, que han contribuido a magnificar aún más el problema. ¿Qué tan lejos ha llegado la minería ilegal? ¿Cuánto ha afectado al medio ambiente? Pero sobre todo, ¿es efectiva la labor conjunta de las instituciones del Estado para erradicarla? ¿Hay realmente una política de formalización inclusiva? Nosotros tenemos las respuestas.