Geoestadística del cuerpo intermedio central Mina Raúl - Mala

Abstract

El objetivo del presente trabajo es determinar hasta qué punto los parámetros geoestadísticos tienen significación geológica y como pueden ser interpretados en este contexto. Asimismo, se propone establecer criterios para combinar la información geoestadística con la información geológica en la definición de las características del muestreo y de los métodos de estimación más adecuados para establecer las reservas en un cuerpo mineralizado. Para efectuar estos estudios se ha seleccionado el cuerpo “Intermedio Central“ en 1a Mina Raúl – Mala. La Mina Raúl se ubica a 90 Km al sur de Lima en el distrito de Mala, provincia de Cañete. Este yacimiento se encuentra emplazado en una secuencia volcánico-sedimentaria del Cretácico Superior, la cual ha sido subdividida en el área de la mina en varias unidades. El cuerpo “Intermedio Central“ se encuentra ubicado en la Unidad Intermedio. Es un cuerpo con diseminaciones de sulfuros en las rocas piroclásticas de esta unidad. Se encuentra limitado por flujos de lava porfirítica con un diseminado aún más fino. Es cortado por un intrusivo de composición dacítica que lo separa de otros cuerpos en la Unidad Intermedio. Estos cuerpos aparentemente constituyen una misma entidad geológica. Se describen los diferentes muestreos que se emplean en la mina y con los datos de leyes se realizó el respectivo Estudio Estadístico, observándose una distribución estadística de tendencia lognormal. Con los datos de los Taladros Diamantinos se construyeron variogramas experimentales en diferentes direcciones, en los cuales se evidenció la existencia de anisotropía geométrica cuyos parámetros guardan relación con la estratificación. Se realizó un análisis de los muestreos utilizados actualmente en la mina y se recomienda modificar la distancia de muestreo actualmente empleada. Se estimaron las reservas utilizando el método del Inverso del Cuadrado de la' Distancia y el método del Krigeage (Geoestadístico). Al compararse ambos se concluye que el método del Krigeage es el más apropiado pues tiene mayor sustento teórico y se ajusta a las características de la mineralización.