El sistema de encofrado metálico con Tech alternativa de construcción económica para proyectos de vivienda masiva

Abstract

Se puede afirmar que el tema de la vivienda es todavía un problema no resuelto en el Perú; así pues, la población del país se estima a la fecha en aproximadamente 25. 7 millones de personas, de las cuales un 19,6% viven en condiciones de hacinamiento, esto es 5.0 millones de habitantes. Si se considera que el tamaño del promedio de una familia es de 5.1 personas, entonces se tiene que aproximadamente 1 millón de familias viven en condiciones de hacinamiento. En otras palabras, la situación actual revela que existe un déficit de un millón de viviendas. El cálculo anterior, sin embargo, no considera la demanda natural de viviendas para satisfacer el crecimiento de la población. Al respecto, si se aplica un ritmo de crecimiento de la población de 1.7% (Tasa promedio registrada según el INEI entre 1999 y 1998) al año, esto implica 437,000 personas o 86,000 familias que requieren vivienda por año. De este modo, asumiendo que se requiera cerrar el déficit de vivienda en 30 años, se necesitarían construir 33,000 viviendas al año, y añadiendo las necesidades para satisfacer el crecimiento natural de la población se tiene que el requerimiento anual de las viviendas asciende a aproximadamente 119,000 unidades, demanda que deberá servir de referencia para el marco normativo de los programas de vivienda implantadas por los Gobiernos de turno. A este respecto, de acuerdo con el V Estudio de “El Mercado de Edificaciones Urbanas en Lima Metropolitana y el Callao“ (Noviembre 2000), se construyeron en Lima Metropolitana y el Callao unas 4,228 viviendas, en tanto se estima que los requerimientos sólo para satisfacer el crecimiento vegetativo de la población ascienden a 32,000 unidades, mientras que en el año 2001 y 2002 ascendieron a 7 500. Considerando la situación anteriormente descrita, se puede afirmar que, a nivel individual, las personas tienen distintas formas de solucionar su problema de vivienda. La primera, y la más básica y menos deseable, es a través del hacinamiento e invasiones de terrenos no habitados. La segunda es comprando una vivienda terminada; y la tercera es comprando un lote de terreno habilitado, en donde la persona irá construyendo su vivienda poco a poco, y de acuerdo a sus posibilidades. En este sentido, la necesidad por terrenos, así como por viviendas terminadas, es en realidad una demanda por una solución habitacional.