Consentimiento y representación legal de la mujer en los casos de aborto terapéutico en el Perú

Abstract

El presente trabajo de investigación titulado “CONSENTIMIENTO Y REPRESENTACIÓN DE LA MUJER EN LOS CASOS DE ABORTO TERAPEUTICO EN EL PERÚ” tiene como objetivo principal determinar en qué condiciones opera el consentimiento de la mujer que será sometida a un aborto legal terapéutico según lo previsto en el artículo 119° del Código Penal y, en su defecto, cómo funcionaría la representación legal. Nuestra investigación es de tipo no experimental y explicativa. La muestra para las entrevistas corresponde a abogados y médicos que realizan su labor en el distrito de San Juan de Miraflores. Para el desarrollo del presente trabajo se ha considerado la regulación nacional que permite el aborto terapéutico, además del pronunciamiento del año 2005 del Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas sobre la responsabilidad del Estado peruano en el caso de Karen Llantoy. También se ha tomado en consideración que en el año 2014 solo 17 de 400 hospitales tenían guías para implementar el aborto terapéutico, mientras que el resto no podía actuar sin respaldo del Minsa (El Comercio, 11 de abril de 2014). Según Promsex, de mayo a diciembre del año 2013 doscientas cuarentaidós (242) mujeres murieron por causas asociadas al embarazo. De esta cifra, 77 fallecieron por causas indirectas, mientras que el 30% de las muertes maternas registradas provino de enfermedades existentes desde antes del embarazo o de una patología que evolucionó durante el embarazo. En el año 2014 fallecieron 20 mujeres por causa de muerte materna indirecta. Son 97 muertes que pudieron ser evitadas si estas mujeres hubieran podido acceder, bajo su consentimiento, a un aborto terapéutico (El Comercio, 11de abril de 2014). Considero que es fundamental conocer cómo operaría el consentimiento de la mujer que debe someterse a este tipo de aborto, pero también cómo funcionaría la representación en caso de encontrarse imposibilitada para emitir una declaración de voluntad válida. En este último caso, hemos revisado lo concerniente a la teoría del acto jurídico y la representación, siendo precisamente el tema de la representación el que genera la mayor preocupación y del que precisamente se desprende nuestro aporte, toda vez que la mujer adulta no tiene como representante al marido o conviviente ni tampoco a sus padres. En ese sentido, existe silencio por parte del legislador en torno a quien le correspondería esa representación legal, o si judicialmente y mediante un proceso urgente tendría que nombrarse a dicho representante.