Conducta suicida y trastorno por consumo de sustancias psicoactivas en pacientes con trastorno afectivo bipolar en el Hospital Nacional Alberto Sabogal Sologuren 2023

Abstract

Alrededor del mundo cerca de 700000 personas se quitan la vida cada año y muchas otras más lo intentan. Según la OMS en el 2019, el suicidio fue la 4° causa de muerte en el grupo que comprende las edades entre los 15 a 29 años de vida, a nivel global. El suicidio no es un problema que solo ocurre en países desarrollados, sino un fenómeno global que no distingue entre clases sociales, raza o género. Aproximadamente el 80% de los suicidios ocurridos en el 2019 ocurrieron en países en vías de desarrollo, países de renta media y baja. Todos estos casos tienen graves implicancias sociales y económicas, pero sobre todo viene a ser una gran tragedia que tiene efectos duraderos tanto para los familiares, como para las comunidades. En el Perú, durante 1° trimestre del año 2022, hubo 268 intentos de suicido, mayormente en mujeres adolescentes y adultas jóvenes, según el estudio de Vigilancia Centinela del Intento de Suicidio (VCIS) del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del MINSA. Datos aún más relevantes teniendo en cuenta la caída del número de establecimientos de salud centinela por la coyuntura del COVID-19. (2) Una gesta suicida es el factor que aumenta más el riesgo de suicidio, pues muchas veces los tabúes y la estigmatización, sobre todo los que rodean a los trastornos mentales, desalientan de pedir ayuda a muchos que tratan o piensan acabar con sus vidas, provocando que no reciban la ayuda pertinente. Entre los factores más comunes se encuentran los trastornos mentales, en los que encontramos a los Trastornos por consumo de sustancias (TCS) y Trastornos del humor como la depresión y bipolaridad (TAB). Todas estas condiciones mentales, pueden llegar a ser graves y recurrentes; conllevando una importante carga en la salud pública y de discapacidad. La concurrencia de los trastornos mencionados es de relevancia clínica, pues generalmente se asocia a malos resultados en el tratamiento, afectando la prognosis del cuadro. Diversos estudios muestran que, a nivel global, más de un tercio de los pacientes con TAB cumplen criterios de TCS. Los pacientes bipolares con TCS parecen ser particularmente propensos a incumplir con la medicación, tener mayor riesgo de hospitalización, requerir mayor tiempo para la remisión de síntomas, a ciclar rápido y presentar más episodios de violencia en fase maniaca y gestas suicidas. Aunado a todo esto, hay estudios que demuestran que una historia de TCS se asocia a un inicio temprano de TAB. La tasa de letalidad de las gestas suicidas en los pacientes con TAB es mayor que en la población general. Debido a esto, el suicidio es un problema crítico en estos pacientes, pues los estudios arrojan tasas de intento de suicidio que van del 25 al 56% y suicidios consumados entre 10 al 15%. Además, tenemos que las personas con TAB son más vulnerables a los TCS. Ante lo expuesto, existe la necesidad de una adecuada identificación de la asociación que tienen los TCS y la gesta suicida en los pacientes con TAB, para así poder subrayar la importancia de mejorar las estrategias de prevención, detección temprana y tratamiento oportuno en estos pacientes.