Derecho y literatura: análisis de la aplicación de las citas literarias en las sentencias judiciales en el Perú

Abstract

En nuestro país desde hace más de diez años se viene citando citas literarias en las sentencias judiciales. La cual ha despertado la curiosidad de la intelectualidad jurídica, ya sea a favor o en contra. Algunos han elogiado tal innovación jurídica; otros, la han repudiado, apabullado y criticado. Es por ello, que en este siglo XXI hay que tener en cuenta que es el juez, el máximo representante del Derecho en el Poder Judicial, por ende, si un juez se equivoca en sus reflexiones, en sus aplicaciones, en su discurso jurídico, es mal visto y repudiado por la sociedad, por las partes, por los medios de comunicación. Su labor no es sencilla: demostrar ante los justiciables que el Derecho, -disculpen la redundancia- es derecho, es transparente, lúcido y formal. El factor que impide realizar esta labor es su positivismo arraigado, incapaz de meditar y relacionarse con otras ciencias, otras disciplinas. El juez que aplica el Derecho como si los instrumentos que le da el Derecho hay que seguirlos con minuciosa formula, sin reflexión, sin análisis, sin sugerencias para una mejor aplicación. El juez mecánico, que solo le interesa hacer resolver la cantidad de sentencias solo por satisfacer al Consejo Nacional de la Magistratura; el magistrado que poco le importa su imagen que le da a sociedad, a los justiciables, a los medios de comunicación, debe ser desterrado, destituido, repudiado. Necesitamos jueces que sean dignos representantes de justicia, de sabiduría, de estilo jurídico, de pensador holístico sobre la decisión que traerá consigo consecuencias en la sociedad, y la comunidad jurídica. Finalmente, si logramos desterrar a ese tipo de juez que utiliza el “copia y pega“ en sus sentencias, sin ánimo de reflexión profunda de la institución jurídica, del conflicto jurídico, la magistratura sería una elección de jueces juristas, pensadores, intelectuales. Porque preferimos un juez justo y original que un juez que adultera sentencias, degradando la cultura y la formación jurídica, llevando a un nivel deplorable el Poder Judicial. La literatura podría ser el gran cambio que esperamos de los magistrados.