Procrastinación académica y regulación cognitiva emocional en universitarios matriculados después de la pandemia por COVID-19

Abstract

El presente estudio tiene por objetivo determinar si existe relación entre la procrastinación académica y las estrategias de regulación cognitiva de las emociones y sus dimensiones en los jóvenes universitarios después de la pandemia por COVID-19. Asimismo, busca comparar la relación entre ambas variables según sexo, rango de edad e intervalo de ciclo académico. El diseño es correlacional simple y de corte comparativo. En el estudio participaron 300 estudiantes universitarios, de los cuáles 41.67% son mujeres y 58.33% son hombres entre los 18 y los 25 años de edad. Se les aplicó la Escala de Procrastinación Académica y el Cuestionario de Regulación Cognitiva de las Emociones (CERQ). Se determinó que existen correlaciones significativas positivas con algunas de las dimensiones del CERQ como Culpar a otros (.31) y Autoculparse (.39); así como también correlaciones negativas con dimensiones como Reinterpretación Positiva (-.34). En la misma línea, se halló que los estudiantes que cursan ciclos finales tienden más a sobrepensar del hecho adverso. Finalmente, estos hallazgos sugieren que en los alumnos matriculados después de la pandemia se da un mayor uso de las estrategias de regulación cognitiva más adaptativas cuando presentan menores niveles de procrastinación, sobre todo en los últimos ciclos académicos. También se concluye que la pandemia en sí misma no aumentó la procrastinación, pero sí pudo influir en estilos de afrontamiento disfuncionales.

The purpose of this study was to determine whether there is a relationship between academic procrastination and strategies for cognitive regulation of emotions and their dimensions in young university students after the COVID-19 pandemic. It also seeks to compare the relationship between both variables according to sex, age range and interval of academic cycle. The design is simple correlational and comparative. The study involves 300 university students, of whom 41.67% are women and 58.33% are men between 18 and 25 years old. They were given the Academic Procrastination Scale and the Cognitive Regulation of Emotions Questionnaire (CERQ). Significant positive correlations were found with some of the CERQ dimensions such as Blame Others (.31) Self-blame (.39); as well as negative correlations with dimensions such as Positive Reappraisal (-.34). In the same vein, it was found that students who are in final cycles tend to procrastinate more. Finally, these findings suggest that students enrolled after the pandemic make greater use of more adaptive cognitive regulation strategies when they have lower levels of procrastination, especially if they are in their last academic cycles. It is also concluded that the pandemic itself did not increase procrastination, but could influence dysfunctional coping styles.